Aquí mas que una afectividad compartida una imagen única en dos posibilidades. Todo es grafico y visual en escala de macro y sin detalles ni limitaciones.
Osos hermosos y abundantes con sus rostros amables en expresión de ternura, un estilo subcultura toda una ¨pilosofia de vida¨. Hirsutos y obesos antitesis de estilo Gay tan estereotipado y elitista, ellos prefieren el exceso, la generosidad y el sentido de comunidad abierta.
El asunto es de peso y no de años. Si alguna ventaja representa la gordura asumida es la eterna juventud que solo cede ante la gloria de un lomo plateado y disfrutar de cierto anonimato democrático que se logra entre parecidos que tienen claro el animal humanoImposible no anotar sobre los rasgos identitarios casi militantes –mano empuñana- de Aldo con su casquete azul eléctrico que coordina con la remera de los 4 fantásticos y su bermuda con tirantas que mas parecieran vencidas o inútiles pero que aportan el accesorio perfecto y a tono para que con las zapatillas rojas a medio ajustar, recordemos un eterno niño o un personaje de South Park…viva Peter Pan y el país de ¨nunca jamas¨. A James Matthew Barrie debemos el musical que en 1904 planteo la indulgencia excéntrica y espontaneidad infantil con el fin de romper las normas establecidas, actitud que se popularizo cual síndrome a finales del siglo XX y como el antídoto contra rígida y monótona modernidad post industrial.
En el interior ya en la piel un tatoo en el antebrazo por fortuna se liga a la cadena que logra resaltar entre tanto pelo en pecho, insinuando juegos y roles para la intimidad.
Cargo en bermuda y pantalón aparentemente transformable. Ya hemos hablado de este concepto de multibolsillos de aspecto industrial venido del outdoor y lo militar que renovó el mercado de sportswear en comodidad y funcionalidad.
Driles y franelas de fresco algodón son preferidas de estos calurosos y mórbidos disidentes de la consumista cultura Light.
Aldo es escritor y Kobick productor.
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