Parece que cuando ya estas grande y lo reconoces cierta picardía infantil retorna a la mirada que auque critica no juzga y prefiere posiblemente solo ser y dejar ser.
No hay cosmética solo actitud y salud que se refleja entre el equilibrio de un arco ¨parabolico¨ de la ceja y la serena paz de la sonrisa amplia y llana como horizonte de la pampa.
Me río de la plata! Y en las alturas aparece el blanco de la nieve perpetua como señal de sabiduría que ostenta el noble, sinceridad de lo vivido. Reflejos de luz que guían y generan respeto.
Básico y practico remeron en vibrante ultravioleta donde resaltan como fetiches androginos un pañuelo que luce como corbata y un reloj cual brazalete.
Peculiar estilo ¨economico¨ de práctica individualidad tradicionalmente referida a lo masculino¨Hacer jarra¨ decía mi abuela cuando apoyaba las manos en la cadera relajando la espalda y concentrando la atención en el vientre y el torso, para adelantar ligeramente la cabeza, como dando cauce a su "caudal de voz".
El nombre popular de esta postura para exhibirse ofrece una bonita metáfora del cuerpo humano como recipiente contenedor de valiosos líquidos, estable y listo para ser trasportado o vertido para saciar a los sedientos.
Personalizarse también se logra entre la multitud donde se es 1+ (uno mas), permitiéndose gozar de ¨otro lujo¨ donde el tiempo es rico en experiencias y rebosante en contenido. De-mente intelectual que prefiere seguir los sueños y los deseos en lugar de los símbolos del estatus, posición social o mandato de la masiva moda.
Sylvia Molloy es escritora, crítica y catedrática.
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