Cada ojo tiene una diferente intención, se complementan en un gesto escéptico e intrigado de entre extrañeza y asombro.

-Ciao cosmética…no, no, NO! Hay mucho cuidado y mimos invertidos en una linda barba.
Llevarla, parece mucha mejor opción que pasarse una navaja todos los días por el rostro.
-Es literalmente genética masculina y una evidencia milenaria de que venimos de primates hirsutos. Según Desmond Morris -en su explicación desde un punto de vista estrictamente zoológico- somos “el mono desnudo”.
Bien dice el refrán: el hombre es como el oso… mientras mas feo mas hermoso!
-Exhibir la barba representa para algunas culturas un ejemplo de ornamento majestuoso y varonil que tanto realza el presti¬gio de la santidad, de la experiencia, del valor y del saber –más si es blanca-. Para otras es un acto del mayor desinterés por el aspecto, propio de mendigos y vagabundos.
-Mi Maestro se deja crecer la barba y nunca me atreví a preguntarle si sus pelitos son tan sensibles como los bigotes de mi gato o si disfruta del anonimato tras su vellón.

-Con imaginación, una linda colina para un picnic. U otra barriguita cubierta por cuadros mantel.
-El cuerpo masculino es propenso a acumular los “excesos” en el abdomen. Si no que lo diga un Pashá.
-Nuestros estilos de vida de la era consumista generan dinámicas tendientes a acaparar en plusvalía con el menor consumo de energía, confort.
Una buena vida con abundante alimento y sedentarismo, por desgracia no es sana. La medicina oriental recomienda al menos un día de ayuno -alimentos líquidos o sin procesar- por semana, si una larga vida se busca.

-El sometido lleva sus manos atrás; casi siempre el que somete, también.
Sometimiento y respeto, autoridad y rectitud en un gesto. Una postura que hace que la columna esté más recta, la actitud más atenta y bajo control.

-El algodón responde con inteligencia y capacidad de adaptación natural a las condiciones del ambiente. De acuerdo a la densidad del tejido resulta abrigado en invierno y fresco en verano.
-Desde la década de los 60 los procesos de lavado y tintorería en prenda con piedra, arena, encimas o siliconas, acentúan su apariencia envejecida y vívida. Y al mismo tiempo aportan morbidez lo que le hace el favorito de todos para los momentos de confort, convirtiéndole en el rey del uniforme urbano planetario.

Solo en nuestros tiempos de remixes un calzado puede ser eco-techo-casual-sport. O mejor, esas maravillosas, comodísimas y resistentes zapatillas urbanas todo terreno y ocasión.

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