Herencia de la escuela Bauhaus el gris, neutral. Hace parte del imaginario sobre lo urbano globalizado. A el recurrimos cuando queremos decir todo en concreto o nada como humo.

Los cuerpos con aristas, angulosos y marcados, dejan un profundo recuerdo. Desperdicio maquillar la definición natural. Mentón de chico, labios de chica, expresión de souvenir.
En nuestra mente occidental la simetría es fundamental para el reconocimiento de lo que consideramos bello.

Gestada en lo 50, nacida en los 60 y masificada en los 70, la cultura jeanswear se expandió a la velocidad de la revolución sexual. Unisex y democratico son sus fundamentos, el vestuario se caracteriza por su evidente falta de status y diferenciación sexual o de rol.
Surgió de una fuerte necesidad de crear nuevas oportunidades para enriquecer el patrimonio de experiencias al seguir los sueños y los deseos en lugar de los símbolos del estatus y la posición social.
Busca la democratización estética, donde la diferencia solo puede ser superada mediante una relación mas profunda con el otro. Y los accesorios quedan como evidencias de lo vivido. Es allí donde radica su valor y la nobleza de los que para otros es baratija.

El viajero urbano usa prendas y accesorios estandarizados en todo el mundo. Productos básicos y fundamentales para la vida en la ciudad que generan el balance entre la individualidad y la identidad metropolitana
En este viaje, el anonimato garantiza la velocidad. Fluir en el placer de ser otro mas, no llamar la atención, no portar códigos visuales que le relacionen con nada o interrumpan su accesibilidad a todo espacio, ocasión o circunstancia.

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