Un gesto de tranquila autosatisfacción tiene el rostro de nuestro hombre de hierro.
Rapado como la 8 negra del billar su cabeza redonda y blanca, donde se destacan puntos negros que actúan con el efecto ¨Boterismo¨ de gigantismo del todo por miniaturización de algunos elementos. Así vemos el pequeño candado y bigotes meticulosamente delineados, clásicos de un personaje mas que de un estilo ¨el hombre bala¨ de ferias o folletines de ¡Aunque usted no lo crea! de Replay. Donde comparte cartel con la mujer barbuda, el faquir contorsionista, el eunuco sarraceno, los enanos vergudos y cuanta rareza pudiera alimentar el morbo de las nuevas burguesías de la revolución industrial.
Bíceps de ¨fierrero¨ espero sin hormonas…no son sanas! Hay que cultivarlos, hacerlos crecer con mas que espinaca y muchas horas de homo erótico físico culturismo de sube-baja, jadeos, exhalaciones y duchas entre espejos, toallas, slips y franelas.
La limpieza llega a la asepsia, los pelos se rasuran y los olores son de perfumes, nada de bestias entre varones.
Inamovible, como un mojón. Densa masa de músculos, triangulo invertido como clavo de errar donde sobresale un lomo y resalta una ¨cinturita¨ que parecieran a hacer la musculosa estallar.
No estamos observando el estilo ¨musculoca¨. La ausencia de logos, trendys, cosmética y jeans lo aseguran. Es mas cercano al bondage y la subcultura BDSM que ya hemos mencionado pero en este caso pareciera menos doloroso y violento. Las manillas y muñequeras van decoradas con tachas que le dan toque de ternura a Fok, …son romas! no harán daño. Y un collar de cuentas de madera hace un ecco de lo ¨eco¨. Tampoco hay pircing visibles o tattoos fundamentales del estilo sado-maso.
Como fuertes columnas lucen las ¨gambas¨ sometidas por el cuero que parece de verdad. Resulta clave para empoderarse del personaje el fetiche que producen los materiales reales. Aquí no hay nada que estire todo es residencia, fuerza y tensión. Piel sobre piel!.
Un detalle funcional, los cierres de aluminio en los tobillos. No debe resultar nada sensual quitarse estos vaqueros sudados.
Brillantes como espejos negros los zapatos lustrados con obsesión militar. No son botas, insisto en lo amigable que resulta Fok.
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